¿Qué es el sustrato? Definición y aplicaciones en distintos campos

Conoce qué es el sustrato, sus diversas clasificaciones y su relevancia en biología, ecología y jardinería

En el caso de la agricultura, el sustrato tiene una importancia crucial como base para el crecimiento de cultivos, especialmente en sistemas donde el suelo no es la opción más adecuada, como los invernaderos o la hidroponía. Este artículo explorará qué es el sustrato, sus tipos, propiedades y cómo seleccionarlo adecuadamente.

Definición de sustrato

El sustrato es un material sólido, distinto del suelo natural, que se utiliza en semilleros, macetas o directamente en el terreno para proporcionar soporte físico, retención de agua y nutrientes, y permitir el intercambio gaseoso necesario para el desarrollo de las plantas. Su función principal es crear un ambiente propicio para el crecimiento radicular, especialmente en sistemas de cultivo donde el suelo natural no es viable o presenta limitaciones.

En términos generales, un sustrato puede ser de origen orgánico, inorgánico o una mezcla de ambos, y su elección depende de las necesidades específicas del cultivo, las condiciones ambientales y el sistema de producción empleado. La correcta selección del sustrato influye directamente en la salud de las plantas, su productividad y la eficiencia en el uso de recursos como el agua y los nutrientes.

  • Soporte físico: permite el anclaje de las raíces, proporcionando estabilidad a la planta.

  • Retención y drenaje de agua: mantiene la humedad necesaria y facilita el drenaje del exceso, evitando encharcamientos.

  • Disponibilidad de nutrientes: almacena y suministra los nutrientes esenciales para el crecimiento vegetal.

  • Aireación: garantiza la oxigenación adecuada de las raíces, fundamental para la respiración celular.

Tipos de sustrato según el contexto

Existen diversos tipos de sustratos, clasificados según su origen y composición. A continuación, se detallan los más relevantes:

Sustratos orgánicos

Provienen de materiales de origen biológico y se caracterizan por su capacidad para retener agua y nutrientes. Algunos ejemplos son:

  • Turba: material orgánico parcialmente descompuesto, con alta capacidad de retención de agua y nutrientes.

  • Compost: resultado de la descomposición controlada de residuos orgánicos, rico en nutrientes y microorganismos beneficiosos.

  • Fibra de coco: derivado del mesocarpio del coco, ligero, con buena retención de agua y excelente aireación.

Sustratos inorgánicos

Son materiales de origen mineral que aportan estructura y facilitan el drenaje y la aireación. Entre ellos se encuentran:

  • Arena: partículas minerales de tamaño pequeño, utilizadas para mejorar el drenaje.

  • Perlita: roca volcánica expandida, ligera y con alta porosidad, favorece la aireación y el drenaje.

  • Vermiculita: mineral expandido que retiene agua y nutrientes, proporcionando una liberación gradual a las plantas.

  • Arcilla expandida: bolitas de arcilla tratadas térmicamente, utilizadas para mejorar el drenaje y la aireación en mezclas de sustratos.

¿Cuándo usar insecticida sistémico o por contacto?

La decisión entre usar un insecticida sistémico o por contacto depende en gran medida del tipo de plaga, el grado de infestación y el tipo de planta que estés tratando. Aquí te damos algunas pautas generales para saber cuál utilizar:

Propiedades físicas

  • Estructura y granulometría: tamaño y forma de las partículas que afectan la aireación, drenaje y retención de agua. Una mezcla equilibrada de tamaños de partículas es esencial para un buen desarrollo radicular. 
  • Porosidad: determina la capacidad del sustrato para retener agua y aire. Una porosidad total de al menos 70% en volumen es ideal para la mayoría de los cultivos. 
  • Densidad aparente: peso del sustrato por unidad de volumen. Un sustrato ligero facilita el manejo y reduce costos de transporte.

Propiedades químicas

  • pH: nivel de acidez o alcalinidad del sustrato. La mayoría de las plantas prefieren un pH ligeramente ácido a neutro (5.5 - 7.0).
  • Capacidad de intercambio catiónico (CIC): habilidad del sustrato para retener y liberar nutrientes esenciales. Un CIC adecuado asegura la disponibilidad de nutrientes para las plantas.
  • Conductividad eléctrica (CE): indica la concentración de sales solubles en el sustrato. Valores altos pueden ser perjudiciales para las plantas sensibles.

Propiedades biológicas

  • Actividad microbiana: presencia de microorganismos beneficiosos que promueven la salud del suelo y el crecimiento vegetal.
  • Materia orgánica: contribuye a la fertilidad del sustrato y mejora sus propiedades físicas y químicas.

Selección y uso adecuado del sustrato

Elegir el sustrato correcto es un paso crucial para garantizar el éxito de los cultivos. Este proceso implica evaluar las necesidades específicas de las plantas y las condiciones de cultivo, así como las características del sustrato.

Criterios para elegir el sustrato adecuado

  • Tipo de planta: cada especie vegetal tiene necesidades específicas. Por ejemplo, plantas que requieren un drenaje excelente, como los cactus, se benefician de sustratos arenosos o con gran cantidad de perlita, mientras que los cultivos de hortalizas en invernaderos necesitan sustratos que retengan agua y nutrientes de manera equilibrada.

  • Condiciones de cultivo: factores como el sistema de riego, el clima y el tipo de recipiente influyen en la elección del sustrato. En cultivos hidropónicos, los sustratos deben garantizar un adecuado intercambio de aire y agua, mientras que en macetas pequeñas es importante seleccionar un sustrato ligero que no compacte fácilmente.

  • Duración del cultivo: para cultivos de ciclo corto, como lechugas o flores estacionales, se suelen emplear sustratos de rápida degradación. En cambio, para cultivos perennes o de larga duración, se prefieren sustratos estables que mantengan sus propiedades durante más tiempo.

  • Disponibilidad y coste: la accesibilidad del sustrato en la región y su coste son aspectos prácticos a considerar. En zonas donde abundan materiales locales, como fibra de coco o compost, puede ser más eficiente utilizarlos que optar por sustratos importados.

  • Sostenibilidad: la tendencia hacia una agricultura más ecológica ha impulsado el uso de sustratos sostenibles, como aquellos elaborados a partir de materiales reciclados o subproductos agrícolas. Optar por estos sustratos no solo beneficia al cultivo, sino también al medio ambiente.

Aplicaciones prácticas

El uso del sustrato varía según el tipo de cultivo y la industria. Por ejemplo:

  • Invernaderos: en estos sistemas intensivos, los sustratos inertes como la lana de roca o la perlita son populares debido a su capacidad para optimizar el riego y la fertilización, reduciendo el riesgo de enfermedades.

  • Jardinería urbana: los sustratos ligeros y ricos en nutrientes, como la mezcla de turba y compost, son ideales para jardines verticales, macetas y huertos urbanos, donde el peso y el espacio son limitados.

  • Hidroponía y aeroponía: estos sistemas sin suelo requieren sustratos que permitan una aireación excelente y un drenaje rápido, como la fibra de coco, la vermiculita o la perlita.

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