Los abonos de liberación lenta son fertilizantes diseñados para liberar sus nutrientes de manera progresiva a lo largo del tiempo. A diferencia de los abonos convencionales, que liberan sus nutrientes de forma inmediata, estos productos están recubiertos con materiales especiales o formulados químicamente para garantizar un suministro constante y controlado de nutrientes al suelo.
Abonos solubles de liberación lenta: Son fertilizantes que se disuelven lentamente en el agua, proporcionando nutrientes de manera continua y uniforme durante un período prolongado.
Granulados de liberación controlada: Tienen una capa protectora que regula el tiempo y la cantidad de nutrientes que se liberan en contacto con el suelo.
Aporte constante de nutrientes: Estos fertilizantes garantizan que las plantas reciban los nutrientes necesarios a lo largo de su ciclo de vida, evitando picos o deficiencias.
Mayor eficiencia: Reducen las pérdidas de nutrientes por lixiviación o volatilización, lo que los hace más efectivos y respetuosos con el medio ambiente.
Ahorro de tiempo: Dado que no requieren aplicaciones frecuentes, son ideales para quienes buscan un manejo simplificado del abonado.
Menor riesgo de sobrefertilización: Al liberar los nutrientes gradualmente, se minimizan los daños por exceso de fertilización en las plantas.
Coste inicial elevado: Estos abonos suelen ser más caros que los convencionales debido a su tecnología de fabricación.
Liberación dependiente de condiciones externas: Factores como la temperatura y la humedad del suelo pueden influir en la velocidad de liberación, lo que podría ser un desafío en condiciones climáticas variables.
No son adecuados para aplicaciones inmediatas: En situaciones donde las plantas necesitan un aporte rápido de nutrientes, los abonos de liberación lenta no son la mejor opción.
La elección de estos fertilizantes depende del tipo de cultivo y las condiciones de tu suelo.
Son ideales para:
